El tsukimi (月見) u otsukimi (お月見) es la tradición japonesa de contemplar la primera luna llena del otoño. Aunque en sus orígenes estaba más relacionado con el mundo rural y la denominada “luna de la cosecha”, los japoneses han convertido esta festividad en una práctica popular y cada año celebran este festival de la luna.
El término tsukimi (月見) está formado por los kanji de “luna” (月: tsuki) y de “ver, mirar, observar” (見: mi[ru]), por lo que la traducción literal de la expresión es “ver la luna”. Los japoneses añaden al principio la partícula de respeto お (o), así que en Japón a este evento se le conoce como otsukimi (お月見). Recuerda al de hanami, ¿verdad?
Y es que el gusto de los japoneses por la Naturaleza y sus elementos es bien conocido.
Durante la celebración del tsukimi, las familias y amigos se reúnen en espacios que tienen una buena visibilidad de la luna. Es costumbre acompañar la velada con un poco de té, fruta y los denominados tsukimi dango. Los dango son bolitas de arroz dulces (mochi), frecuentes en numerosas festividades japonesas como el Mochitsuki (Año Nuevo japonés). No obstante, los japoneses confeccionan los dango para este festival de manera especial, intentado que tengan un aspecto similar al de la luna.
Algunos prefieren decorar los tsukimi dango como si de un conejo se tratara. Esto se debe a que los japoneses tienen la creencia (de influencia budista) de que en la Luna habitan conejos que se dedica a amasar mochi. En japonés a este proceso se le conoce como mochitsuki (餅搗き), “golpear mochi”, ya que tradicionalmente el mochi se amasa aporreándolo con una maza, y posee la misma pronunciación que “Luna llena” (望月).
Junto a los tsukimi dango, los japoneses preparan una serie de ofrendas para los dioses que colocan a la luz de la luna. No suelen faltar las ramas de susuki (pampas, cultivos agrícolas como el trigo o el maíz) para proteger las cosechas, el sake o las castañas.
El festival del tsukimi (お月見), hoy en día, suele celebrarse entre septiembre y octubre. En tiempos antiguos, los japoneses describían el octavo mes lunisolar de su calendario (septiembre en el nuestro) como el mejor para observar la luna, ya que la posición de la Tierra, el Sol y la Luna en este mes hacen que esta última se vea muy brillante, incluso aunque no esté llena por completo. Son buenos días para admirarla.
Como muchas otras festividades japonesas, el tsukimi tiene su origen en el festival de mediados de otoño que se celebra en China. Sin embargo, Japón ha sabido personalizar esta fiesta y dotarla del misticismo y la belleza característica del pueblo japonés.
Fuentes: Kirai – Un geek en Japón | El BLOG de WAGOKORO |
Wow, que buen artículo… y en comparación, que lejos se siente uno en su propio país de tanta sensibilidad y conexión con lo bello. Gracias.